Habían sido abolidas las costumbres de sepulturas en los templos, 1822. Talca se apresuró a cumplir tal disposición y estableció su primer Cementerio en el lugar que actualmente ocupa el Cementerio Conciliar San Pelayo, ubicado en el barrio poniente de Talca.
Debido al crecimiento de la población, la Ilustre Municipalidad de Talca, toma el acuerdo de cambiar el Cementerio santo a la riveras del Río Claro, en 1845. Siendo su primer administrador don Marcos Donoso, un confuso documento establece que tiene de 247 acres 50 metros cuadrados, o sea 150 metros de frente por 165 metros de fondo .
Está ubicado, a una distancia de tres kilómetros más o menos de la Plaza de Armas, al noroeste inmediato a las riveras del Río Claro.
Otro interesante detalle, es que han empleado más de 600 árboles en las plantaciones hechas en el año 1874. En las avenidas y calles de los principales patios interiores. En el altar de la capilla se halla actualmente una esfinge, el que es un crucifico de tamaño natural, encargada expresamente a Europa en el año 1869 .
A fines de Octubre de 1873 el número de sepulturas de familia en el primer patio ascendía a 143 en el recinto de mausoleos a 20, en aquella época se le cobraba el derecho de 20 pesos y 50 pesos respectivamente.
En el año 1843, se sepultaron 1.165 cadáveres de los fallecidos en la parroquia, de los los cuales 571 eran hombres y 594 mujeres. Del Hospital 423 cadáveres de los cuales 216 eran hombres y 287 mujeres.
En esa época el administrador era el sr Luis Espaminonda Donoso, el que contaba con un mayordomo al cual le pagaba un sueldo de 25 pesos mensuales. También tenia 2 cocheros y sepultureros, con un sueldo de 15 pesos.